El juego del calamar estuvo a punto de no ser transmitido por sufrir 10 años de constantes rechazos

A medida que el mundo sigue obsesionado con Squid Game (El juego del calamar) de Netflix, se están publicando nuevos detalles para mantener el éxito del K-Drama. A medida que los detalles detrás de la escena siguen surgiendo para todos los fans de la serie, el director de la serie Hwang Dong Hyuk compartió alguna información sorprendente sobre cómo El juego del calamar casi nunca llegó a realizarse.

Durante la entrevista, el director reveló que El juego del calamar había sido creado y escrito hace más de 10 años, pero que se encontró con muchos obstáculos al intentar poner en marcha la serie.

Sus palabra fueron

Nos dijeron que la serie era demasiado extraña y poco realista. Nos rechazaron todos los posibles inversores y actores.

El cerebro detrás del fenómeno mundial siguió compartiendo que pensó en Squid Game en 2008, pero que había completado el escenario de la serie en 2009. Sin embargo, se encontró con un sinfín de dudas por parte de todo su entorno.

El escenario del espectáculo se completó en 2009, pero en ese momento había demasiado desconocimiento social y cultural de este tipo de producción. Por ello, muchas veces escuchamos que el escenario era poco realista.

- Hwang Dong Hyuk

Sin embargo, Hwang Dong Hyuk reveló que, a pesar de todas las dudas y rechazos que recibió, nunca renunció a la serie. Tras la creación de la serie, empezaron a aparecer servicios de plataformas multimedia OTT (over-the-top), como Netflix, y fue entonces cuando la visión de Squid Game pudo cobrar vida.

Sentí que el momento era prematuro tras ser rechazado por todos los inversores. Sin embargo, 10 años después aparecieron las OTT y la brecha entre ricos y pobres empezó a ser aún mayor.

También se idealizó la idea de triunfar con dinero rápido. La combinación de ambas y la sinergia que se creó entre ellas es lo que hizo que esta producción cobrara vida.

- Hwang Dong Hyuk

Pues menos mal que existe Netflix, porque parece que, de no ser así, ¡nunca habríamos visto la luz de Juego de Calamares!